INSISTE HASTA OBTENER LA RESPUESTA

 

Diario de Oración

Club de intercesores

Mateo 7:7-8

»Sigue pidiendo y recibirás lo que pides; sigue buscando y encontrarás; sigue llamando, y la puerta se te abrirá.

[8]Pues todo el que pide, recibe; todo el que busca, encuentra; y a todo el que llama, se le abrirá la puerta.

Hay tres acciones continuas que Jesús nos recomienda que sus discípulos hagamos:

1 . Pedir: sigan pidiendo.

En la oración no hay espacio para el desanimo o la indisciplina. Dios espera que lo hagamos continuamente.  Se nos promete que si seguimos pidiendo, tendría respuesta a nuestras oraciones.

2 . Buscar: 

Es necesario la actitud de explorar, de querer aprender, de no ser conformista. Jesús promete que el que busca encuentra, la demanda que tu alma ha puesto al cielo, el Espíritu la responde haciendo crecer en tu espíritu un anhelo ardiente por hacer su voluntad. Te da la sabiduría y el conocimiento espiritual que está anhelando.

 3 . Llamar: 

Gemir, suplicar, invocar el nombre de Dios. No sé trata de una repetición religiosa sin sentido.  Se trata de poner todo el ser en la oración.  La oración abre puertas que estaban cerradas.  Jesús tiene la autoridad para cerrar puertas. Jesús puede abrirte oportunidades que estaban veladas para ti.  Cuando los cielo estén cerrado a tus necesidades, es hora de orar.  Hay cielos de Bronce y cielos abiertos.  LA oración abre esos cielos de bronce, cerrados, son abiertos por el Rey de Reyes y Señor de Señores, El Comandante de los Ejércitos celestiales.

Tus oraciones no quedarán sin respuestas, si insistes hasta recibir respuesta del cielo.

Jesús no enseñó que seamos conformistas.  Hay un poder no estudiado en la oración. Ha sido visto como el recurso de viejos, religiosos y fanáticos.  Pero en este diario descubriremos las enseñanzas de Jesús acerca de la oración.  Un instrumento de lucha, de conquista, de victoria, de transformación.  Es el instrumento para traer el cielo a la tierra. Los recursos celestiales están disponible para sus hijos.

Sólo los ciudadanos del cielo, los hijos de Dios, los que han nacido de nuevo, que ha recibido al Señor en sus corazones y le han entregado sus vidas para el gobierno del Espíritu Santo pueden tener acceso a estos tesoros celestiales.  El resto, lamentablemente están excluidos voluntariamente, porque decidieron rechazar el amor de Dios, y creerle a espíritu de los demonios, que los han llevados lejos de Cristo, su Palabra escrita, la comunión de los Hermanos en Cristo.

Determínate hoy a ser parte de los ciudadanos del cielo y comenzar a disfrutar de sus bendiciones. has una oración con fe y dile a Jesús: perdona mis pecados, te recibo en mi corazón, y lléname de tu Espíritu Santo.