Nuevo SIstema Económico

Un Nuevo Modelo

Este artículo te hablará por qué Dios si se mete en política, ¿Cuáles deberían ser los principios rectores de un Nuevo Modelo del Sistema Económico?  Mejor aun se plantea cuál debería ser el sistema económico ideal.  También se habla de Cuáles son los 4 pilares del Estado. 

Fuistes llamado para este Tiempo

Debemos estar a la altura de las demandas de Dios.  Es más que estar a la altura de las circunstancias.  Porque Dios tiene planes para esta nación.  Él ha hablado a nuestras vidas y ha dicho lo que va hacer.

 

Para este tiempo fuiste escogido por Dios, para que juntos desarrollemos el nuevo modelo de Sistema económico. El cual consiste en la forma como se organiza la economía de una sociedad para gestionar y administrar los recursos. En algunos sistemas económicos se les otorga mayor poder al Estado, mientras que en otros se prioriza las libertades individuales.  Pero en este modelo presentaremos la importancia de la familia como clave en la construcción de un modelo bíblico del Sistema Económico.

Cristo piensa en el Diseño de Nación

Tu dices Dios no se mete en política.  ¿Quién escogió a Saúl para que gobernara sobre Israel? ¿Quién desechó a Saúl y eligió en su lugar a David para que gobernara sobre la Nación? ¿Quién fue el que le dijo a la Nación: "Cuando eligieron a sus reyes, no me tomaron en cuenta; cuando nombraron a sus jefes, no me pidieron consejo;(Oseas 8:4).  Por lo tanto, un gobernante también puede estar allí por las malas decisiones inclusive del Pueblo de Dios. Y Dios reclamó eso a la nación, por medio del Profeta Oseas.

Es falso, escudarse detrás de la Soberanía de Dios, y citar Daniel: "El es quien cambia los tiempos y las edades; Quita reyes y pone reyes. Da sabiduría a los sabios, Y conocimiento a los entendidos."(Daniel 2:21).  Dios controla el curso de los acontecimientos, pero también otorgó a los hombres la capacidad y la autoridad para gobernar la Tierra (Gen. 1: 28).  Lo que sucede es que al desobedecer las ordenes de Dios, el ser humana, la familia le entregó esa autoridad y poder a Satanás (Luc 4:12) "Todos estos reinos me han sido entregados".  Recuerda que el Apóstol lo llama el principe de la potestad del aire, el cual opera en los hijos de desobediencia.(Ef. 2:1-3).  Es decir, Satanás gobierna desde los corazones de quienes deciden desobedecer a Dios y seguir sus pasiones y deseos.  Hace que hagan su voluntad, elijan gobernantes que luego oprimen y esclavizan a los ciudadanos.

Por lo tanto, el Pueblo de Dios tiene que pensar muy bien que va hacer.  Seremos juzgado por el Rey de Reyes por nuestra conducta de este tiempo.  El primer acto de intervención política pasa por desarrollar iglesias no religiosas, sino ciudadanos celestiales, transformados por el amor de Jesucristo, llenos del Espíritu Santo, entendidos en los tiempos, ejercitados en discernir el bien y el mal, amantes del Señor y de la Palabra de Dios, radicales, que no negocian sus principios bíblicos, ni se dejan confundir por migajas del infierno.

La restauración de la nación pasa por construir familias diferentes donde los padres amén a Dios, amen a sus esposas, críen a sus hijos y sean ciudadanos responsables de la manutención de sus hogares, que cogobiernen la familia con sus esposas, las cuales son coherederas.  A la vez sepan como gobernar sus casas, que significa ser cabeza y protector del hogar.

Modelo de economía familiar

El modelo bíblico no esta basado ni en los grandes capitales, ni en el totalitarismo del Estado, sino en una economía familiar.  Para ello necesitamos reconstruir y restaurar las familias.  vivimos en una sociedad, donde la irresponsabilidad masculina es grande, el abandono de los hijos, el matriarcado, gobierna la cultura de la nación.

La restauración de la Nación pasa necesariamente por la transformación de las vidas de las personas que vienen a Jesús.  Romper con toda religiosidad basada en los ritos y construir relaciones de personas llenas del Espíritu Santo, que viven en una continua transformación de sus vidas, familias, comunidad y sociedad.

Es construir un modelo de emprendimiento familiar, no colectivo.  Es basar la economía en la valoración y el respeto a la propiedad privada. El trabajo creativo y productivo, que genere riqueza, progreso y prosperidad.

Justicia social

"Amor y Verdad se han dado cita, Justicia y Paz se abrazan;"(Salmo 85:10).  La paz no está basada en la ausencia de guerra, sino en la combinación de cuatro pilares: EL amor a la Palabra de Dios, el desarrollo de la verdad como fundamento, una justicia que no permita ningún tipo de favoritismo, y la paz que se construye en el perdón, la restitución de la falta, y la reconciliación.

Una paz con injusticia o sumergida en la mentira, no es paz.  La paz debe ser interior y nacional.  Para construir la paz necesitamos tener misericordia o fidelidad al pacto con Dios, a su Palabra.  Es construir la nación en el amor a Dios, a su Palabra, que guíen sus principios, estatutos y decretos; los cuales deben ser transformados en una constitución y en leyes que exprese lo que Dios le agrada, lo que espera de nosotros.

Un sistema de justicia que no acepte soborno, ni sus jueces participen en cohechos; que puedan juzgar con equidad, y en base a las evidencias y no a las características de quien es juzgado.

Función del Estado

Los fundamentos de una nación deben estar basados en los principios bíblicos, no en la filosofía, ni en los sistemas actuales de gobierno.  El Antiguo Testamento, la Ley de Dios, los estatutos y decretos dados a una nación que Dios pretendió que se convirtiera en un reino de sacerdotes, que le adorara, sirve para encontrar que principios deben ser nuestros fundamentos.

El Estado debe concentrarse en el desarrollo de complementar la educación familiar.  Los padres tenemos que ser actores principales de la formación y educación de nuestros hijos.  No es el Estado, sino los Padres, los responsables de la crianza y educación de los hijos.  El sistema educativo debe promover la creatividad, la innovación, aunque mantenga la memorización.  Ya que avanzamos desde la memorización a la creación, y de allí a la innovación.

El Estado debería elegir a los mejores, y sostenerlo con buenos sueldos a los mejores docente, ya que ellos formarán a los ciudadanos de la nación; de esta manera se garantiza que todos tengan las mismas oportunidades.  Pero no se trabajaría con un sistema burocrático inefectivo y clientelar.  Sino en criterios de buen desempeño y excelencia de su programas.  Un sistema meritocrático y no político.

El segundo frente fundamental del Estado es la Salud.  Todos las personas tiene derecho y necesitan contar con un sistema de Salud gratuito, administrado comunitariamente, donde la participación ciudadana, y de las empresas locales contribuya con los aportes de la nación, sin que la corrupción y el comerció diabólico de los bienes de la nación sea robados por los empleados y trabajadores.

Sino que cada centro hospitalario se le permita la autogestión y el nombramiento meritocrático autónomo de sus directores.  Basados en un sistema colectivo de participación, a partir de lideres comunales elegidos, no en base a la afiliación política, sino a sus capacidades y liderazgo social.

El Estado debe crear un sistema que garantice y asegure la estabilidad, la creación, la transformación de las industrias y empresas que contribuyan solidariamente con el desarrollo de la nación.  El sistema tributario debe reflejar la bonificación al buen desempeño y contribución a las áreas claves de la sociedad. Mientras existan mayores empresas productivas, se tendrá mayor recaudación de fondos para el trabajo colectivo.

El Estado no está llamado a administrar las industrias, sino a ser el garante, y protector de la sana y buena competencia.  Sus leyes debería impedir el monopolio, y debería favorecer, premiar, ayudar al desarrollo tecnológico propio que favorezca nuestra independencia de otras naciones.

El Estado debería favorecer una justa y estimulante sistema de exportación privada que favorezca la creación de nuevas plazas de trabajo que traiga bienestar a las familias de la nación.

Lo que Dios dijo que hará con nuestra nación vendrá a nosotros.  Dios ha declarado que las naciones vendrán a ver el milagro económico que se desarrollará.  Cree, participa, construye la realidad que Dios nos dará.  Declaramos lo que Dios hará, no lo que nuestros ojos ven.  Porque la fe crea en base a la voluntad de Dios.