
1 Cita Divina 1, primer encuentro
El Amor Incondicional del Padre
(Puedes ver el video en Youtube: Preguntale al Pastor Pablo)
En
la Antigua Grecia, para describir el amor incondicional se utilizó el
término ágape, que se refiere a un amor reflexivo donde el
amante sólo le importa el bien del ser amado.
Jesucristo
contó la historia del amor incondicional de un padre hacia uno de sus hijos, a
pesar de sus decisiones y como siempre estuvo disponible. La historia se dispone así (Lucas 15: 11-24):
1) El texto dice: “… Para ilustrar mejor esa
enseñanza…” Jesús habla en este capitulo
del valor que tiene para Dios de cada vida: la oveja perdida que el pastor va a
buscar; deja las seguras, para ir a buscar la que está descarriada. “… ¡hay más alegría en el cielo por un
pecador perdido que se arrepiente y regresa a Dios que por noventa y nueve
justos que no se extraviaron!” (Luc. 15. 7). La segunda historia es de la mujer que pierde
la moneda y barre toda la casa hasta encontrarla y llama a sus amigas para
celebrar que la encontró. La tercera historia para comprender el amor
incondicional será presentada en esta lección, para que puedas comprender
cuanto te ama Dios. Que ha hecho para
rescatarte, él lo ha dado todo, para que en esta hora tu puedas encontrarte con
él, te reconcilies y recibas una herencia maravillosa. Recibas el mejor regalo de tu vida.
2)
El hijo menor representa la persona que desprecia todo lo que Dios le ha dado y
quiere tener nuevas experiencias. Por ello le Pide a su Padre que le entregue
su herencia. Es un espíritu de repudio,
de rechazo, de desvalorización, de lo que el Señor te ofrece. La herencia y la comunión con el Padre es
desvalorizada. Pero este Padre no
recrimina al hijo. “… ellos conocieron a
Dios pero no quisieron adorarlo como Dios ni darle gracias…” Ro. 1: 21 (NTV).
3)
Como muchos, esta persona experimentó todo tipo de placeres, creyendo que la
satisfacción está allí. Muchos llevan “una vida desenfrenada”. Cuando tenemos
dinero, éxito y fama, pensamos que lo tenemos todo. Vivimos para tener experiencias nuevas,
pensamos que eso será así para toda la vida.
Sin saber que vamos camino a la muerte, a la destrucción eterna de
nuestras vidas.
4)
Cuando viene la crisis, sea económica, emocional, existencia, familiar, marital,
algo activa nuestro vacío existencia, el darnos cuenta que Dios nos ofrecía
algo mejor. Que en la casa del Padre hay
un pan delicioso, mientras nosotros comemos de la algarroba, de la porquería de
este mundo. La historia es contada
inicialmente a Judíos; para ellos, no había algo más bajo que criar cerdos; ¡horrible
pensar en comer la comida asquerosa que comían esos animales! Dios quiere sacarnos del charco, de nuestra
condición porque nos ama.
5)
“Y volviendo en sí”, Es necesario el reconocimiento de nuestra condición humana
y espiritual. Se necesita
arrepentirnos: "Iré a la casa de
mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra Dios y contra ti." (Luc. 15:
18). Esto consiste en reconocer lo malo
que hemos hechos: Nuestro pecado principal es haber abandonado a Dios, hacer
nuestra voluntad sin buscar agradar al Padre. Dios nos hizo con la capacidad de
decidir entre el bien y el mal. Hacer lo
bueno o escoger el mal. Dios te creo con
una voluntad que demanda responsabilidad de tus acciones. Toda acción acarrea
consecuencias para la vida. Las
consecuencias de las acciones del hijo menor fue la ruina hasta llegar a la
indigencia.
6)
Pecamos con plena conciencia. Adán y Eva
fueron advertidos de no realizar cierta conducta, Dios les alertó sobre la
consecuencia: morirás. Ellos
desobedecieron y murieron. Eso es el
pecado.
7) El Padre representa a Dios, quien sigue esperando nuestro regreso a sus brazos. El texto dice que al verlo lejos tuvo compasión de él. Dios quiere tener compasión de ti. La compasión produce la misericordia. El hijo menor no merecía ser recibido por el Padre y menos hacerle una fiesta de bienvenida. Pero el Padre Celestial nos ama y cuando volvemos arrepentidos, extiende sus brazos de amor, nos lava, nos purifica, nos da una vestidura celestial, nos da un anillo de autoridad espiritual, y nos hace participe de sus bienes sin merecerlo. Esto es Gracia: “La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.”
8) El hermano mayor representa al cristiano religioso, que vive despreciando, excluyendo a otros, juzgando la vida espiritual de otros. Vive "trabajando como un burro" para recibir la aprobación y las bendiciones de Dios, sin recibirlas. Porque está mas centrado en ganar sus salvación que disfrutar de la comunión del Padre y de lo que nos ha dado por Gracia (Recibido sin merecerlo, sin pagar o ganar para obtenerlo). Este tipo de personas necesitan entender que Jesús pago el precio en la cruz, derramó su sangre y puede ser salva, lavada y limpia de toda maldad y culpa.
11) Recibe y disfruta de ser ahora un hijo de Dios, de sus bendiciones y recursos que te otorga tu Padre celestial. El nos provee todas las cosas para que las disfrutemos en abundancia.
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